lunes, 9 de junio de 2008

Crepúsculo en Ottawa Citizen




Aquí os dejamos un artículo que habla sobre la serie de Crepúsculo y su impacto en personas de todas las edades.


Atención: si usted tiene una hija en los primeros años de la adolescencia hay muchas posibilidades de que se enamore de Edward Cullen. Total e irremediablemente.
Edward es fantástico, considerado y protector, con todos los servicios románticos. Él conduce un Volvo.

La mala noticia es que el es un vampiro. La buena, que es una personaje de ficción y no virtuoso, incluso si el fuera un verdadero adolescente. Tu hija estaría completamente a salvo con Edward, no después del sexo porque, bueno, él es un vampiro y si perdió el control no hubiera dejado a un lado el objeto de sus afectos sino una sangría. Edward lo es todo sobre el control.

La serie escrita por Stephenie Meyer, de 34 años, nacida en Arizona, madre mormona de tres hijos, cuya serie sobre Bella Swan, una chica normal y un poco torpe que tropieza con una familia de éticos vampiros, es el asunto más caliente e inexplicable en la ficción para jóvenes adultos, impulsado por la creación de redes sociales y por el de “boca en boca”.

Un paseo a través de la “blogosfera” es todo lo que se necesita para demostrar la profundidad de la obsesión por Crepúsculo. Los fans escriben nuevos finales para la serie y en casa hacen sus propios trailers para Youtube.

Una página de Facebook llamada Edward Cullen posee mi alma, tiene casi 11000 miembros. Es una combinación de una web para fans y escuelas confesionales.

“Edward Cullen hizo que me deprimiera durante días, que los chicos vampiros no existe, pero sólo un montón de mortales inmaduros que se hacen llamar “chicos humanos” dice un colaborador.

“¿Estás totalmente cómodo diciendo a la gente que estás enamorado de Edward, a pesar de que es un personaje de ficción?” Dice otro. “Mi amor por Edward ha arruinado toda mi vida”.

Hasta el momento, se han vendido 7 millones de copias de los tres primeros libros de la seria de Stephenie Meyer. Meyer fue portada de The Time y fue nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo en la misma revista.

Su primera novela para adultos, The Host, publicado el mes pasado, encabezó la lista de Best Sellers de The New York Times. Robert Pattinson (Cedrid Diggory en Harry Potter y el cáliz de fuego) es la estrella en la película que se estrenará de Twilight. Los fans de la peli debaten si Pattinson es lo suficientemente hermoso como para interpretar a Edward.

Meyer es improbable que sea una superestrella de la industria editorial, a pesar de que haya manejado su propia fama de forma intuitiva. Ella mantiene su propia página de chismes, aparece en pijama en una “fiesta de pijamas” de lectura de libros y vendió camisetas de Twilight diseñadas por ella misma hasta que estuvo abrumada por la demanda. En la firma del tercer libro de la serie, los lectores se fotografiaron con modelos que representan a los personajes del libro.

Como devota mormona, Meyer no trabaja los domingos o toma café. Sus autores favoritos incluyen a Lucy Maud Montgomery, C.S. Lewis, Louisa May Alcott y, por supuesto, J.K. Rowling. Nunca ha leído Drácula, no le gustan las historias de miedo y admite que la gente que la conoce se sorprende de que escriba sobre vampiros.

“Inconscientemente, puse un montón de mis creencias básicas dentro de la historia”, dice en una entrevista. “Cuando mi editor quiso relaciones sexuales antes del matrimonio, expliqué que no escribiría sobre eso, y lo dejó pasar”.

Edward quien se niega a beber sangre humana, le dice a Bella que se tienen que casar antes de que él la convierta en vampiro y tenga sexo con ella. Es el hilo conductor dominante en la trama que ha dejado perplejos y encantados a los libreros que elijen los libros para los jóvenes lectores.

“Todavía se siente sexy y romántica, pero es adecuada para los adolescentes más jóvenes. Todo era amor prohibido” dice Shannon Wallace, bibliotecario de colecciones adolescentes en la librería pública de Ottawa.

En anécdotas repetidas varias veces, Meyer ha dicho que se inspiró para escribir el primer libro, Twilight” después de haber tenido un sueño, acerca de una chica y un chico cuya piel brillaba como los diamantes, hablando en medio de un prado soleado. La escena se reproduce en Twilight, cuando Edward se describe a sí mismo como un vampiro a la fascinada Bella.

He aquí como de grande es la saga, en términos locales: la biblioteca pública de Ottawa tiene 51 ejemplares de Twilight con 187 lectores en la lista de espera, según las cifras de la semana pasada. También hay 51 ejemplares del segundo libro, Luna Nueva, con 235 personas en lista de espera. Hay 43 ejemplares de Eclipse, el tercero de la serie, con 180 lectores en espera. Breaking Dawn, que no será publicado hasta Agosto, tiene 329 lectores en la lista de espera.

Los libros están destinados a edades entre 13 y 17 años, “pero hay niños de 12 que están muy obsesionados con la serie”, dice Wallace. Esto, a su vez, ha llamado la atención de sus hermanas y madres. “Hay muchos bibliotecarios en mi sucursal que se han leído todos”.

Olivian Tran, un estudiante de grado 11 en el Hillcrest High School prefiere “novelas ambiciosas con un poderoso significado y un argumento simpático y caracteres creíbles”.

Twilight no se ajusta a esa descripción, admite. Sin embargo, ella ha leído toda la “extrañamente adictiva” serie.

Como Twilight progresa, Bella se ve envuelta en un triángulo amoroso con otro carácter sobrenatural, Jacob. Él es un hombre lobo.

El triángulo entre Bella, Edward y Jacob no es muy creíble, dice Tran. Pero hay algunas cosas que suenan realmente en las escuelas, entre los lectores de esas edades, incluido el hecho de que los padres de Bella están divorciados, que el mejor amigo de Bella, Jacob está enamorado de ella, pero ella no siente lo mismo, y que se sienta al margen de sus compañeros en la escuela.

“Gran cantidad de las personas que conozco se han leído la saga, incluso varios chicos que conozco”, añadiendo que su recurso es “todo el público femenino en general. He visto mujeres de 30 años de edad leyéndolos en el autobús”.

Brian y Sharon crearon una empresa de venta de mercancías de Crepúsculo desde su casa en el sur de Arizona, después de que Sharon recibiera Crepúsculo por la Navidad de 2005 de su hermana, cuyo marido es primo segundo de Meyer.

Para una madre de cuatro hijos todavía sufriendo la depresión post parto, un libro de 500 hojas era enorme. Pero cuando Sharon comenzó a leer Crepúsculo, no pudo parar. El negocio comenzó a la vez, después de que asistiera a una firma de libros en 2006 y notó que había ganas de “merchandise” vinculado al libro.

Meyer diseñó algunas camisetas en las que ponía: “Ella anda con vampiros”, pero tenía 100 pedidos al día y no podía atender la demanda. The Schades intervino y preguntó si podían empezar con el merchandising

En pocas semanas, habían firmado un contrato con Meyer y habían abierto las puertas virtuales de su negocio. Ellos venden alrededor de 25 productos, incluidos diseños de un concurso que comenzó Meyer. Un número de otros distribuidores están vendiendo sus propios productos basados en las descripciones del libro.

“Muchos de nosotros, los adultos, somos quienes estamos enamorados de él. Podemos volver a ser una chica adolescente en el instituto de nuevo”, comenta Sharon Schade.

Mavis Reimer, profesora de literatura infantil en la Universidad de Winnipeg y catedrático en cultura de la infancia, señala que una avidez continuada significa que el libro ha tocado un punto caliente de la cultura

Una forma de pensar sobre las leyendas populares de los vampiros es que los jóvenes lectores reconocen “simultáneamente el deseo y el miedo de convertirse en vampiros, que, leyendo el sentido figurado, podría ser simultáneamente el deseo y el miedo de convertirse en sexualmente activos”, dice ella.

“Esto habla de su propia situación”



Fuente: lexicon

Traducción: Sylver

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